
Hoy me han contado una historia estremecedora . Son increíbles la de cosas que una persona puede llegar a hacer por amor y eso no quiere decir que todo lo que realicemos sea lo más correcto. A menudo muchas mujeres por miedo a perder a la persona amada dejan de ser propietarias de sus vidas, de sus actos, ideas, intenciones... Y pasan a comportarse como simples sombras de su "galán". No podemos permitir que alguien decida por nosotras, no podemos consentir que alguien intente manipularnos a su gusto, no podemos consentir prohibiciones, no podemos consentir insultos y no podemos consentir tener miedo, porque cuando amor y miedo van unidos, no es amor , es dolor... Me parece lamentable que un novio prohíba a su novia ir a la playa porque así la verán en biquini, que le prohíba ir en shorts porque se le ven las piernas, que le prohiba salir con sus amigos porque corre el riesgo de que uno de ellos se enamore de ella... Señores, ¿eso es amor? ¿ eso es lo que quieren para el resto de su vida? He aquí un futuro maltratador. Está claro que yo no soy nadie para decir lo que se tiene o no se tiene que hacer, pero en este caso... Creo que la protagonista de esta historia está cayendo en el peligroso error de consentirle cierto actos, sin darse cuenta ha dejado de hacer cosas por el simple hecho de que el se lo ha prohibido, ha dejado de usar pantalones cortos porque quizás él se enfadará y no ha ido esta tarde con sus amigos porque el no los soporta...Nadie más que nosotros puede ser titular de los derechos propios, esos derechos naturales que te son otorgados en el momento del nacimiento, tu los adquieres, tu los posees y tu serás quien de hacer con ellos lo que te venga en gana. Aún estás a tiempo de escapar del horror de tu vida, eres joven, tienes toda la vida por delante, te queda mucho por vivir...no caigas en la trampa.
Cada día los medios de comunicación nos informan sobre nuevos avances científicos, médicos, culturales, sociales... pero a pesar de todo esto,como habréis podido observar, en pleno siglo XXI muchas personas siguen comportándose como mismísimos cavernícolas, y eso es algo que provoca en mi una grandísima repulsión.